Adicción al alcohol y a otras sustancias: Tratamiento psicológico
La adicción al alcohol y a otras sustancias:
Puede ser entendida desde muchas perspectivas. Clásicamente se describe como una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda de recompensa o alivio de forma intensa y frecuente a pesar las consecuencias negativas que puedan producirse.
Desde una mirada más amplia podemos definirla como el conjunto de emociones, sentimientos y conductas orientadas a satisfacer de forma inmediata, o más o menos inmediata, un malestar emocional o psíquico a través de la persecución intensa y repetitiva de recompensas elegidas por preferencia a sabiendas de las consecuencias y del aumento del malestar emocional posterior.
Muy distante quedan las acepciones relacionadas con que la adicción es sinónimo de la debilidad del carácter o una cuestión meramente del control de las acciones no deseadas. El desarrollo y evolución de una adicción está íntimamente ligada con la dificultad real que experimenta la persona para poder afrontar de una forma adulta (realista y en tiempo presente), ciertos eventos de la vida que le resultan desbordantes, integrando su propia vulnerabilidad y asumiendo la frustración de que las cosas no sucedan como espera.
Es así como el tratamiento psicológico de las adicciones al alcohol y a otras sustancias no es un recetario de cocina o un manual rápido de instrucciones.
Muchas veces, lo que dificulta la recuperación, tal como lo proponen los autores Wahston y Boundy (1991), es depositar todas las esperanzas de cambio y sanación en la buena intención de cambio de la persona.
Las aproximaciones psicológicas que abordan el tema únicamente desde una perspectiva de aprendizaje en la que se incide solamente en la modificación de la conducta, no son suficientes para todas las personas. La labor en psicoterapia va más allá de proponer nuevas asociaciones conductuales carentes de contexto profundo y personalizado.
La adicción conlleva el incremento de la propia dificultad en gestionar emocionalmente situaciones que pueden producir agobio, desbordamiento o que promueven pensamientos irracionales. Mientras más se consume, paradójicamente, más aumenta el malestar emocional de base que promueve el consumo.
En psicoterapia, además de trabajar en lo conductual, se fomentará la elaboración de un paisaje mental y emocional que permita al profesional poder comprender de forma amplia y sensible la problemática expuesta por cada persona para poder así abordar el tratamiento psicológico con la complejidad necesaria para lograr resultados.
Quizás por esta razón (primordialmente), el psicólogo especialista no convendría verlo como un técnico experto exclusivamente en métodos, estaría bien poder comprender que su labor incorpora poder estar presente para elaborar los contenidos mentales, emocionales y conductuales fomentando la integración de la vulnerabilidad.
Es por ello que trabajaremos no solo en establecer una estrategia orientada a reforzar las capacidades propias de afrontamiento, además se promoverá el trabajo profundo que requiere perder el miedo de conectar con uno mismo, dándole cabida a la vulnerabilidad, a la gestión emocional y a tolerar la realidad tal como es, sin recurrir al consumo de sustancias o a la repetición de acciones que refuerzan el malestar emocional de base.
Entonces, la labor del psicoterapeuta será la de acompañar a cada persona que acude a su consulta en el camino de recuperación, para que cada uno pueda desarrollar sus propias estrategias de afrontamiento y funcionamiento de una forma más sana y adulta.
Es muy importante acudir a un profesional cualificado para esta labor cuando requieres apoyo y ayuda. Si quieres conocer más sobre las adicciones desde el punto de las neurociencias, puedes visitar la página de la OMS haciendo click aquí. Además en el blog hay un artículo muy interesante sobre los efectos del consumo de alcohol en el cerebro escrito por un neurólogo donde puedes ampliar la información sobre el tema.
Alejandro Noriega de Jesús
Psicólogo. Psicoterapeuta