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La sexualidad golpeada

 

La sexualidad golpeada

 

Al conjunto de acciones, pensamientos, emociones y sentimientos orientadas o relacionados con la vivencia del placer sexual se le llama sexualidad. La sexualidad es mucho más amplia que un cúmulo de conductas, puede formar parte de la identidad de una persona e incluye la identidad y roles de género, el placer, el erotismo, la intimidad, la reproducción y la satisfacción sexo-afectiva.

 

Históricamente, la sexualidad se centró en su aspecto más biologicista y reproductivo: el placer y “utilidad” centrada en la genitalidad. También ha supuesto un tabú para algunos sectores de la sociedad y sobre todo, para algunas personas: la sexualidad golpeada. Los tiempos cambian y ahora conocemos que la sexualidad es una parte fundamental para la salud integral y emocional de las personas.

 

La sexualidad es una parte fundamental de la identidad de las personas.
La sexualidad también es una expresión de la autoestima

Es por ello que considero importante hablar de sexualidad y sus efectos en la autoimagen, la autoestima y en la manera en la que nos relacionamos con otras personas. Como cada persona configura y establece su manera de vivir la sexualidad tiene que ver con una elección personal; esto sería lo ideal. Implicaría que cada persona es capaz de vivir de una forma libre, sin coacciones y teniendo la posibilidad de ser reconocida, respetada y apreciada por quien es; la realidad dista de esta posibilidad.

 

Sabemos que es así cuando hay muchas personas que no tienen garantizados los derechos sexuales propuestos por la OMS:

 

  • El derecho a la libertad sexual.
  • El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo.
  • El derecho a la privacidad sexual.
  • El derecho a la libre asociación sexual.
  • El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables y con cuidados.
LGTBI
Microagresiones que afectan a las personas de la comunidad LGTBI

¿Te suena extraño conocer que hay mujeres que cada día reciben críticas, o comentarios inadecuados solo por ser mujeres? ¿Sabes que hay personas de la comunidad LGTBI que son cuestionadas constantemente por su forma de vestir, actuar o hablar? ¿Conoces a algún hombre al que se cuestione solo por ser diferente a lo que dicta la heteronorma?

 

Más allá de saber que hay escenarios en los ser unx mismx y que amar de una forma libre no está permitido, hoy me centraré en hablar de las consecuencias de las microagresiones a la sexualidad o a la diversidad afectiva. La cultura suele ser uno de los marcos de referencias con los que entendemos la vida y nos aporta de una forma constante muchos de los parámetros con los que evaluamos si algo está bien o mal.

 

Una de las formas en las que la cultura se transmite y se configura es a través de las palabras. Los discursos que escuchamos, a los que estamos expuestos, no están exentos de estigmatizar aquello que es distinto a lo que se considera socialmente como bueno o no.

 

Durante muchas ocasiones he escuchado que “ser sensible” no está bien. Si eres hombre y tienes pluma, te expones a ser menospreciado. Si lloras por “tonterías” eres mariquita. Si no eres normativo y no te “comportas”, te has buscado que te agredan. Si eres mujer y te vistes de cierta forma no te respetaran. Estoy seguro que no son la mitad, ni la mitad de la mitad de los comentarios, frases que escuchamos con “normalidad” y que están dirigidas a menospreciar lo que se siente, a minimizar la importancia de lo que estás viviendo y sobre todo, a poder expresar aquello que quieres compartir.

 

No dudo que muchas de estas frases no siempre son dichas con la intención explícita de hacer daño, a veces la escuchamos de personas que nos quieren y no saben el daño acumulativo que van causando, y no, no es un tema más de la generación de “cristal”, nos incumbe a todos. Es importante ser conscientes de la importancia de nuestras palabras, de lo que nos van significando una y otra vez y de lo que perpetuamos cuando hablamos.

 

Ojalá este escrito sea una invitación a pensar en esas microagresiones que hemos normalizado y que son dañinas. Ojalá las personas seamos cada vez más conscientes de lo importante que es la empatía, del respeto y sobre todo, del poder formar parte de una nueva forma de hacer en la que cada persona sea libre de vivir y expresar lo que necesite sabiendo que “mucho de lo que ofende”, tiene que ver más con como vivimos esa situación que con lo que en realidad significa.

 

La sexualidad influye en la autoestima sana y en que la autoimagen sea menos distorsionada y más realista. Una sexualidad acorde a lo que se siente, piensa y se hace, ayuda a que haya bienestar general e impacta en la salud de una forma integral. Si quieres más información sobre los derechos sexuales de las personas, haz click aquí

 

 

Alejandro Noriega de Jesús

Psicólogo. Psicoterapeuta

@alejandronoriegapsi

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