La cultura y las personas del colectivo LGTBIQ+
¿Por qué es importante hablar del peso de la cultura en la formación de la personalidad en personas del colectivo LGTBIQ+?
Recientemente descubrí a Silvia Bleichmar, psicóloga, psicoanalista y socióloga. Su vida personal y profesional transcurre entre Argentina, México, Brasil y España. Me llamó mucho la atención el especial énfasis que hace en la práctica ética de la profesión y sus investigaciones sobre el peso de la cultura en la vida de las personas.
Hace unas semanas una persona en mi práctica profesional me comentó que estaba cansada del feminismo y de la presencia constante del colectivo LGTBIQ+ en la vida cotidiana; me preguntó si no me parecía suficiente que hayan intentos de normalización y ganancias en derechos humanos además de aparecer en todas las series y programas de TV con diversos personajes o roles. En ese momento tuve clara mi respuesta: le dije que entendía que estuviese cansada, que tenía mucha curiosidad de escuchar como era su cansancio y que lo pensáramos juntos, y que, además, me parecía que no era suficiente el espacio y tiempo que ocupa el feminismo y las personas del colectivo en la cultura, ni en el día a día.
Existe un buen vínculo para que podamos hablar de estas cosas (pensé). Así transcurrió la sesión y lo que ocurrió es que ese tema se quedó allí para esta persona (hasta ahora) pero a mi me ha acompañado a momentos desde ese día.
Entonces encontré en un vídeo a Silvia hablando en una conferencia, que podéis encontrar fácilmente en YouTube, sobre unos conceptos muy interesantes: semejantes referente a los propios en contraposición a los ajenos. Aquí habló también de cómo la primera forma en la que se ejerce la impunidad es la invisibilización de la víctima.
Lo semejante hace referencia a todo aquello que tenga cabida en la cultura de referencia: mientras más similar a lo normativo más sencillo de aceptar resultará para las personas; por el contrario, lo ajeno es aquello con lo que no es posible identificarme. Ejemplos en nuestra cultura de lo semejante podría ser determinado tipos de juguetes o colores para un género (niñas con muñecas y vestidos de princesa y rosa).
En su trabajo también habla de cómo la cultura forma parte activa en la formación de la identidad y como a su vez, desde la cultura, se crea parte de la subjetividad en cada persona. Hablar de lo subjetivo es importante porque a través de ello, la sociedad establece quién se puede integrar y quien no 1.
Sobre los modelos de referencia que tenemos mientras formamos nuestra identidad
Cuando escribo esto pienso en mi historia personal y la de muchas de las personas a las que acompaño: crecer con pocos o en algunos casos ningún referente, crecer con la convicción de que hay algo mal en ti (que eres raro y desear, aunque sea brevemente, en ser quien no eres, etc.), bullying e hiperexigencias, entre otras muchas cosas (no hablaré del humor como conductor y perpetuador del machismo y de estereotipos a personas en minorías).
La mayoría de las personas del colectivo no somos víctimas. Si creo muchos hemos podido serlo en algún momento.
Por otro lado, bajo el sistema heteropatriarcal, llegamos un lugar poco sano en los estereotipos de cómo somos, o cómo deberíamos ser. No se trata de co-existir solamente, se trata de poder existir de forma independiente a lo que hasta ahora ha sido el modelo normativo, con los derechos propios de poder pensarnos y definirnos en base a lo que ocurre en la realidad y no al subproducto cultural en el que todavía somos marginados a ser unos pocos, raros y a momentos enfermos.
Tener espacios de referencia, modelos y profesionales que sepan el peso de la cultura a los que acudir que comprendan que esto puede ser necesario para algunas personas, es muy importante. Como sociedad creo que es enriquecedor dar cabida a otros modelos, reconocernos vulnerables y capaces de cambiar y construir un lugar seguro para todos (as, es), además de plantearnos que es lo que compone lo subjetivo.
1 Revisar el trabajo sobre Silvia publicado en la web Letra Urbana.
COPC 18145