Gestión Emocional

Vivir con la incertidumbre

Vivir con la incertidumbre
Artículo de la psicóloga y psicoterapeuta Sara Perpinyà sobre la incertidumbre

Vivir con la incertidumbre . La palabra incertidumbre viene del latín y significa falta de conocimiento seguro. Se compone de la raíz indoeuropea ne- que significa negación, y de la palabra certitudo que tiene de raíz certus (cortar, separar, distinguir) y el sufijo –tudo que significa exactitud, gratitud, magnitud.

En una sociedad que preconiza el tener sobre el ser, uno de los deseos más imperiosos de las personas es estar seguro de conseguir aquello que se anhela. Esto nos mantiene siempre en alerta, preparados para el “tener” o “no tener”. Tener o no tener una buena posición y reconocimiento en el trabajo, obtener o no obtener una respuesta, tener o no tener a alguien que nos quiera. A veces esos deseos se logran y sentimos satisfacción.

Pero hay algo por lo que este modelo social no nos prepara, y es para sostener la imposibilidad de tener inmediatamente lo anhelado, y la posibilidad de perderlo en cualquier momento.

Ambas situaciones nos empujan directamente hacia la incertidumbre, y eso nos obliga a encender todos los mecanismos posibles para nunca llegar a tocarla. Evitar la incertidumbre se convierte en un objetivo inconsciente, mientras que en otro lugar hay las ideas y creencias que prohíben cualquier situación en la que no tengamos el control. De este conflicto puede surgir la ansiedad y otras emociones que la acompañan como el miedo, la irritabilidad, el enfado o la tristeza, lo que nos lleva a construir estrategias para que estas emociones no inunden nuestras vidas.

Existen variedad de estrategias para sentir control ante la incertidumbre y evitar así la ansiedad. Entre ellas, preocuparse en exceso, ocuparse demasiado haciendo continuamente cosas, consumir alcohol, tabaco, u otras sustancias. Lo que parece evidente es que aunque utilicemos estas estrategias, no conseguimos salir de la incertidumbre.

Entonces, ¿qué hacer?.  Una clave se encuentra en la naturaleza. El físico alemán K. Heisenberg formuló el Principio de lncertidumbre que afirma que “Es imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento lineal de una partícula”. Es decir, es imposible predecir en todas la situaciones la relación entre causa y efecto. ¿Qué nos haría pensar que las personas podemos predecir con certeza lo que ocurrirá cuando en una partícula está demostrado que no hay posibilidad?

Así pues, debemos aceptar la incertidumbre como parte de nuestra vida, y mejor así, para poder aceptarla y convivir con ella. Tampoco podemos culparnos por sentir la necesidad de controlar, ya que es algo que impregna las culturas del consumo.

Lo que sí que está a nuestro alcance, es entender la necesidad de relajar nuestro deseo de control. Mientras nos ocupamos de satisfacer este deseo, hay otras cosas que ocurren a nuestro alrededor, y puede que si pensamos, sea nuestra prioridad atenderlas.

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Sara Perpinyà
Psicóloga col. 26.952

 

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